Reproducción en la perra: ¡todo lo que necesitas saber!

¿Quieres completar el árbol genealógico de tu perra o simplemente quieres que tenga una camada? La reproducción en perros requiere de conocimientos antes de empezar. La salud de tu mascota y la de sus crías está en juego.

Los periodos de calor

Los períodos de celo son el mejor momento para comenzar a criar. Ocurren aproximadamente cada seis o siete meses y comienzan a partir de los 7 meses, pero varía según las razas. De hecho, el ciclo menstrual de las perras depende de cada individuo y de la raza. Los Basenji, por ejemplo, solo entran en celo una vez al año. Mientras que otras razas pueden ser tres veces al año. Estos períodos de calor ocurren en otoño o primavera. Pero todo dependerá por supuesto de cada animal. Ocurren en dos fases distintas: proestro y estro. El proestro es el inicio del celo. Esta fase se reparte en un periodo de nueve días que puede llegar hasta los 25 días según el caso. En este momento, la perra atrae a los machos, pero se niega a permitirse el apareamiento. Se observa secreción hemorrágica durante este período, así como turgencia e hinchazón de la vulva. Luego viene el estro durante el cual la perra acepta el apareamiento. Con una duración media de 9 días, este período puede llegar hasta los 21 días. A medida que la perra ovula, puede ser fecundada dos o tres días después de esta ovulación. Una secreción más ligera y la hinchazón de la vulva que ya no está turgente son signos de celo.

la etapa de apareamiento

La perra se vuelve menos reticente a aparearse entre el día 11 y 13 después del inicio del celo. El macho puede entrar en acción. Agarra el cuello de la perra, la agarra por los flancos y luego se sube encima de ella. La erección sólo será completa cuando el pene esté completamente introducido en la vagina de su pareja. En el momento de la erección se produce una dilatación de hasta 8 cm a la altura del bulbo del glande. Los músculos de la vagina se contraen al mismo tiempo. Este fenómeno conduce al anudamiento, es decir, que los dos perros se encuentran pegados. El macho puede quedarse en la posición inicial, pero también sucede que se da la vuelta para que los dos queden espalda con espalda, es muy importante no intervenir nunca en esta fase tratando de separarlos, porque de ahí se origina el hueso del pene. fracturas o fracturas vaginales con flujo sanguíneo. También hay que señalar que este anudado no siempre es obligatorio, pero eso no significa necesariamente el fracaso de la proyección. Después de la cópula, ambos perros se lamen los genitales. Es posible tener hasta cinco montas diarias. Y se recomienda encarecidamente organizar la proyección en el territorio del macho para que no se desestabilice y esté en pleno uso de sus facultades.Otra precaución: llamar a un veterinario que controle el celo es garantía de un apareamiento exitoso. Este profesional realizará una serie de análisis en particular a través de frotis vaginales, para saber el período correcto de ovulación.