La inseminación artificial en la perra es un acto comúnmente practicado en el campo de la crianza canina. Fue realizado por primera vez en una caniche hembra en 1780 por el padre Spallanzani. Permite el nacimiento de cachorros para perpetuar una raza, cuando la proyección no es posible, por lejanía geográfica o por algún problema médico en el macho o la hembra por ejemplo. Hacemos balance juntos de esta práctica.
¿Qué es la inseminación artificial en una perra?
La inseminación artificial de la perra es una técnica de reproducción asistida. Consiste en colocar el esperma del perro macho en la vagina o el útero de la perra, eximiendo a los dos padres del apareamiento. Existen tres métodos de inseminación artificial en perras:
- Inseminación en semen fresco (IAF),
- Inseminación en semen refrigerado (IAR),
- Inseminación con semen congelado (IAC).
La tasa de éxito es alta y comparable a la que se obtendría dejando que la naturaleza siguiera su curso. Pero el resultado depende en gran medida del tipo de inseminación artificial utilizada.
¿Cómo se realiza la inseminación artificial en perras?
Para maximizar las posibilidades de éxito, se realizan dos inseminaciones en 48 horas. El momento en que se produce se determina mediante una dosificación de progesterona, realizada mediante frotis y análisis de sangre.
Las diferentes técnicas de inseminación artificial
inseminación vaginal
Durante la inseminación vaginal, el semen se deposita en la parte anterior de la vagina a través de una sonda. Es una técnica bastante sencilla que puede realizar fácilmente el criador propietario de los perros o un veterinario.
Inseminación intrauterina
Esta técnica es más compleja que la anterior. Solo puede ser realizado por un veterinario experimentado con el equipo necesario (sonda específica o video-vaginoscopia para inseminación artificial). En ambos casos, la operación es indolora para la perra.
Inseminación en semen fresco
Este tipo de inseminación requiere poca habilidad y puede ser realizada por un veterinario o por el criador si está entrenado y es dueño de los perros. La persona que practica la inseminación primero tomará el semen del macho en un cono conectado a un tubo. Una vez recogido, se deposita directamente en la vagina de la hembra mediante una sonda. Después de la operación, las patas traseras de la hembra se levantan durante unos diez minutos con el fin de promover el ascenso de los espermatozoides en el útero. La operación debe realizarse en los 20 minutos siguientes a la recogida, para que el semen del macho conserve todas sus cualidades. Si el semen es de mala calidad, es preferible realizar una inseminación intrauterina, pero esta debe ser realizada por un veterinario.
Inseminación en semen refrigerado
Este método solo puede ser realizado por un veterinario. La semilla se almacena de dos a cinco días a una temperatura de 4 grados. Permite a los criadores realizar intercambios por toda la Unión Europea, sin tener que viajar. La semilla debe ser de buena calidad. La ventaja aquí es obtener descendencia que represente las mejores características de la raza, sin preocuparse por las fronteras. Aquí se practica la inseminación intrauterina después de haber calentado los espermatozoides a una temperatura de 37 grados, que es la temperatura corporal normal de los caninos.
Inseminación en semen congelado
Nuevamente, este método solo puede ser realizado por un veterinario. El semen se congela en nitrógeno líquido a -196 grados. Se puede conservar durante varias décadas sin alteración. Este método permite intercambios intercontinentales con el fin de renovar el patrimonio genético. Los criadores también utilizan este servicio para preservar el patrimonio de sus campeones. También se utiliza cuando el macho ha muerto o ya no tiene capacidad física para reproducirse (enfermedad, castración, etc.). Estas semillas se almacenan en bancos de semillas caninos. Luego se realiza la inseminación intrauterina en la hembra.
¿Cuándo realizar la inseminación artificial en una perra?
Algunos casos hacen que la fertilización natural sea difícil o incluso imposible. Es entonces necesario recurrir a la inseminación artificial en la perra. Es el caso, por ejemplo, de las siguientes situaciones:
- El macho inexperto y no logra tapar a la hembra,
- El macho carece de libido en el momento del apareamiento (clima cálido, intimidación frente a la hembra, etc.),
- La hembra se niega a ser cubierta por el macho elegido (dolor, comportamiento dominante, mala experiencia, etc.),
- La proyección se dificulta por una anomalía anatómica del macho o de la hembra,
- Hay una contraindicación médica para la protrusión,
- Se dice que la inseminación es de consuelo o prevención, cuando el riesgo de agresión por parte del macho es alto, o cuando el perro es demasiado pesado y corre el riesgo de herir a la hembra.
Y por supuesto, también lo es recurrir a la inseminación artificial en razas de perros poco habituales, con el fin de favorecer el mestizaje genético y evitar la consanguinidad, formando una pareja más allá de las fronteras.
¿Cuáles son las posibilidades de éxito con la inseminación artificial en perras?
La inseminación artificial da muy buenos resultados. En cuanto a la inseminación en semen fresco y refrigerado, las tasas de éxito son equivalentes a una proyección natural. Incluso puede traer resultados por encima de la norma, especialmente si el macho es viejo. La inseminación con semen congelado, en cambio, da menos buenos resultados, ya que algunos espermatozoides no resisten la operación. Se necesita entre un 50% y un 70% de éxito si se respetan bien las normas veterinarias en este ámbito.
¿Cuál es el precio de la inseminación artificial?
El coste de la inseminación artificial de una perra varía según la clínica elegida, pero también según la técnica utilizada. En el caso de la inseminación con semen fresco, cuesta unos cien euros. Las otras técnicas, que requieren equipos y conocimientos técnicos específicos, son, por supuesto, más costosas. El precio no tiene en cuenta los exámenes pre y post inseminación, ni el precio del semen. Este último está determinado por la raza y el pedigrí del perro. Desde la inseminación artificial hasta el parto, pasando por la gestación, puedes permitir que tu perra viva este ciclo de vida con más serenidad. Para ello, no dudes en contratar un seguro médico canino, que te cubrirá total o parcialmente los gastos veterinarios en caso de complicaciones.