Cuando son excesivamente largas, las garras de los perros causan su parte de molestias que repercuten directamente en el bienestar y la salud del animal. Recortarlos es, por tanto, un gesto imprescindible, pero que no deja lugar a ningún tipo de improvisación. Así es cómo.
Razones para cortar las uñas de tu perro con regularidad
En principio, las uñas de los perros se desgastan de forma natural durante los paseos, en contacto con superficies duras como el hormigón, los adoquines o el asfalto. Sin embargo, si se trata de un perro de piso que no tiene la oportunidad de aprovechar este fenómeno natural, será necesario cortarle las uñas. Si no haces esto, tu perro será víctima, por ejemplo, de uñas encarnadas, cuya intensidad del dolor es conocida. El perro también tendrá una postura diferente y se sentirá muy avergonzado al caminar. Las garras demasiado largas también son la causa del sangrado de las patas, infecciones y otras complicaciones potencialmente graves. La pregunta que surge ahora es: ¿cuándo exactamente se deben cortar las garras? Para obtener la respuesta, primero observe a su perro. En principio, cuando se pone de pie, debe apoyarse en sus almohadillas y no en sus garras. Si notas este fenómeno o si notas que tu amigo de cuatro patas tiene los dedos torcidos a causa de sus garras, es una señal infalible, es muy importante precisar que el perro está desarrollando una hipersensibilidad a nivel de sus patas. No se dejará tocar con facilidad e incluso puede manifestar agresividad en el momento de la operación. Para evitar este comportamiento, debes acostumbrarlo desde pequeño al corte de sus garras. Tan pronto como sea posible, adquiera el hábito de manipular sus patas para que sean menos sensibles.
Técnicas para cortar las uñas de los perros
Antes de comenzar la operación, recuerde equiparse con la herramienta adecuada. No se trata de usar su clásico cortaúñas o cortadores de alambre de electricista en su perro. Proporcione un cortador de garras específico disponible en todas las tiendas de mascotas o supermercados. Luego verifique que sus patas estén limpias. Si no, límpialas, entonces pueden empezar cosas serias. Solo tocarás las garras muertas del animal. Si este último tiene color blanco, la parte muerta será la que no esté rosada indicando la presencia de vasos sanguíneos. En caso de piernas negras, el ejercicio es más difícil. Será necesario utilizar una lámpara para diferenciar las garras muertas de las que no lo están. No te olvides de quitar las lengüetas de la parte superior de las patas a medida que avanzas. Durante esta pedicura, planifique junto con algodón y peróxido de hidrógeno para limpiar rápidamente cualquier herida. ¿Tiene demasiado miedo de actuar y lastimar a su mascota? En lugar de cortar, considera limar sus garras con dispositivos eléctricos destinados a este fin. O si no, también puedes enseñarle a hacer sus garras en papel de lija, ¡sí absolutamente! Es un método efectivo y lo salva de pasar por una pesadilla.