Cepillar a tu perro tú mismo: 17 pasos a seguir

Esencial para la salud de nuestros perros, el aseo puede convertirse rápidamente en un momento desagradable para nosotros y para nuestra mascota. Acostumbrando a tu perro a cuidar su pelaje desde pequeño, te ahorras el coste del peluquero, pero sobre todo, vigilas su salud. Al cepillarlo, lavarlo, contrarresta las infecciones parasitarias como las pulgas y protege a su perrito contra las infecciones de oído, la gingivitis o las garras que crecen demasiado rápido. Para acicalar correctamente a tu perro y que este momento sea agradable para todos, lo mejor es organizarse bien y seguir sus 17 pasos.

El primer paso para acicalar a tu perro tú mismo

La buena organización sigue siendo la clave para que el aseo canino no agote su paciencia y la tuya, así como herramientas y productos adaptados al bonito vellón de tu perrito. Según su raza, serán necesarias de una a varias sesiones anuales para mantener su pelaje sedoso, protegerlo de parásitos o proceder a la siega o corte. Siempre es mejor aprovechar una o dos sesiones con un peluquero profesional para observar los gestos que realiza el experto y pedir información. Y si ciertos tratamientos como el corte de garras o el esquileo te asustan, siempre puedes dejar su cuidado en manos de su profesional de higiene y belleza canina.

1 – Reúna su equipo antes de comenzar cualquier sesión de aseo

Incluso si tu perro es una crema y le encanta este momento contigo, tener a mano todo el equipo necesario para su baño, el corte y el mantenimiento de sus ojos, sus oídos, sus dientes y sus garras sigue siendo fundamental. Tu compañero canino probablemente no tendrá la paciencia para esperar tranquilamente en la ducha o en la bañera mientras corres a buscar una toalla o champú extra. Para brindar este cuidado rápidamente a su amigo de cuatro patas, reúna:

  • Cepillos y peines adaptados al pelaje de tu perro;
  • Champú y acondicionador adaptados al pH de tu piel;
  • Loción y suero para sus oídos y ojos;
  • Toallas y secador de pelo o soplador apto para pelaje de perros;
  • Cepillo de dientes y pasta de dientes especiales para perros;
  • maquinilla y tijeras;
  • Cortadores de garras.

Para gestos precisos y controlados al segar o cortar, prepara una mesa a tu altura o invierte en una mesa de aseo. Además de garantizarte una cierta comodidad con sus patas regulables, las mesas de peluquería canina están equipadas con correas para sujetar al animal. Así que no tengas miedo de que Loulou salte de la mesa mientras juegas con el cortacésped o las tijeras. Además de un animal seguro que probablemente no se mueva, ¡no se perderá el corte!

2 – Antes del baño, cepillado y desenredado

Aunque cepilles a tu perro con asiduidad, este paso es fundamental antes de mojar el pelaje de tu amigo de cuatro patas. Sin desenredar y sin cepillar, el agua apretará los nudos y no te quedará más remedio que cortarlos. Comienza con las piernas contra la fibra, luego el pecho y el vientre, esta vez en la dirección de su pelaje. Si los nudos dificultan el cepillado, peine. Luego cepilla los costados, la espalda y la cola en la dirección del cabello. Si los nudos se resisten, no te quedará más remedio: acuña el nudo en los dientes del peine y procede al corte en varias veces. Siempre cepilla a tu mascota suavemente. Una vez realizado este paso, solo queda invitar al perrito a la ducha.

Los pasos del baño del perro.

Cuando el perro no muestra miedo al agua, esta aventura no debería ser un problema. Asegúrate de elegir el champú y el cuidado adecuados para el pelaje de tu amigo de cuatro patas. Olvídate del jabón de Marsella y del gel de ducha que están destinados a nosotros, su pH puede dañar la dermis de tu perro y provocar picores.

3 – Ofrece compensaciones y regula la temperatura del agua

Para que tu mascota aprecie el momento del aseo y baño, un pequeño premio es fundamental. Antes de mojar su pelaje, verifique la temperatura del agua: 35 a 40°C. Reajuste pasando el spray por la mano o el brazo.

4 – Mojar su abrigo

Para no traumatizar al perrito, empieza mojando suavemente sus patas, luego el resto de su cuerpo con tu mano.

5 – Champú

Primero aplica el champú en su cuerpo, sus piernas y luego su cola, masajeando su cabello. Para que este momento sea placentero, practica un suave masaje. Termina con tu cabeza, asegurándote de proteger tus ojos y oídos.

6 – Enjuaga a tu perro

Al igual que con el champú, primero enjuague su cuerpo, sus patas, su cola y siempre tenga cuidado al enjuagar la cabeza de no derramar productos en sus ojos u oídos. Puedes elogiarlo con una o varias golosinas y frases tranquilizadoras durante las diferentes etapas del baño.

Después del baño del perro

Tu mascota ahora está limpia, pero primero debes secarla.

7 – Seca su pelaje

Si no tienes un secador de pelo adecuado para los abrigos de perros, es mejor que no uses el tuyo propio. Ruidoso, puede asustar al animal y sobre todo quemar a tu perro. Ármate con varias toallas y frota suavemente su cabello para secarlo. Si quiere resoplar antes y después de secarse, déjalo.

8 – Prepara a tu perro para la esquila

Antes de cepillar a tu perro, desde la base del cuello hasta la cola, dibuja una línea con un cepillo. Comienza a cepillar empezando por las patas traseras, luego sube hasta su cabeza en la dirección del cabello. Finalizar el cepillado con peine en los costados, lomo, rabadilla, cola.

9 – Trata tu pelaje

Si tu perro tiene el pelo seco o sin brillo, completa el cepillado aplicando aceite de almendras dulces o un bálsamo recomendado por tu veterinario o peluquero. Tu perro encontrará un pelaje sedoso y muy suave. La etapa del baño ya ha terminado, es hora de armarte de tu maquinilla y de tus tijeras para un corte refrescante.

Esquila, desde el pelo hasta las garras

Si quieres practicar el recorte o el corte, las mesas de aseo serán perfectas para garantizar la seguridad de tu amigo de cuatro patas y tu destreza.

10 – Tranquilizar al animal

Antes de comenzar a cortar, encienda el cortacésped y acérquelo a su perro para que el ruido no lo asuste. Algunas golosinas también lo calmarán. Elija el mismo cabezal de corte para obtener el corte perfecto.

11 – Empezar con las tijeras

Para todas las áreas sensibles como pezones, vientre y almohadillas, realice un corte de tijera. Tómate tu tiempo para no lastimar a tu mascota ni cometer errores. Aprovecha para cortar los pelos que puedan interferir con su visión, con cuidado de no lastimarlo.

12 – Ir a la cortadora de césped

Para inmovilizar correctamente a tu perro y evitar fallos de encendido, coloca una mano sobre él y corta siempre en la dirección del pelo. Comience en la parte inferior de la espalda y luego avance gradualmente hasta la cabeza. Este paso completado, no olvides felicitarlo y proceder a cortarle las garras.

13 – Un recorte regular de las garras

Lo ideal es recortarlos una vez al mes, sobre todo para el perro que sale poco y no los desgasta. Las garras continúan creciendo y pueden interferir con su caminar o enroscarse, provocando lesiones en las almohadillas de las patas. Para llevar a cabo correctamente esta operación, un cúter o una guillotina serán tus mejores aliados. El corte debe ser ligero para no cortar la vena, lo que causará sangrado y dolor a tu amigo de cuatro patas. Si tu perro tiene las uñas blancas, le cortarás la parte rosada antes. Si sus uñas son negras, lo mejor es dejarse aconsejar por el veterinario para cortarle la vena con mucha antelación. También puede delegar recortes y recortes a un peluquero profesional.

Otros tratamientos que no deben pasarse por alto

Otros cuidados de higiene son necesarios para el bienestar de tu perro y deben llevarse a cabo con más regularidad que el baño. Cepillarse los dientes, limpiarse los ojos y los oídos se puede hacer después del cepillado, después del baño o después de esquilar, dependiendo de la paciencia de su perro cuando llegue el momento de un cepillado completo.

14 – Cepilla los dientes de tu perro

Si no es útil cepillar los dientes del perro todos los días, la limpieza varias veces por semana protege al animal del mal aliento y especialmente del sarro y la enfermedad periodontal. Nuevamente, el cepillo de dientes y la pasta de dientes deben estar diseñados para su mascota, ya que el flúor en nuestras pastas de dientes no es apropiado para ellos. Comience poniendo un poco de pasta de dientes en sus dedos y frotándola sobre sus dientes. Continúe con el cepillo y luego recompense a su perro. Sin embargo, si es muy reacio y trata de morderte, ofrécele juguetes para masticar para mantener sus dientes fuertes. La acción mecánica de la masticación elimina parte del sarro.

15 – Límpiele las orejas suavemente

Para evitar infecciones de oído y eliminar el cerumen o la suciedad, tómese el tiempo para limpiarse los oídos con regularidad. Con un paño limpio y húmedo o un algodón sin pelusa, limpie los pliegues y las aletas de las orejas. Cuando el animal se baña con frecuencia o produce mucha cera en los oídos, los especialistas aconsejan limpiar cada dos semanas. Sobre todo, nunca utilices un bastoncillo de algodón para la higiene de sus oídos, un gesto brusco por su parte o por el tuyo podría perforarle el tímpano.

16 – Limpiar los ojos del perrito

Una toallita suave o un algodón desmaquillador serán perfectos para lavar delicadamente el área de los ojos de tu perro. Primero humedezca el guante para ablandar las costras que se han formado en los bordes de sus mirillas. Evita tocarle los ojos, pero asegúrate de que no estén enrojecidos o hinchados. Si es así, haga una cita con su veterinario. Luego limpie suavemente con agua tibia o solución salina. Para los perros de pelo largo, se recomienda una limpieza regular de los ojos para limitar las infecciones, como la conjuntivitis, a las que son fácilmente propensos.

17 – Descansos y golosinas

Cepillar a su perro usted mismo requiere mucha paciencia y delicadeza. Al organizar perfectamente los materiales, productos y etapas, este momento será más fácil de aceptar para tu mascota. Si organiza su aseo desde el cepillado hasta el corte del césped, considere ofrecerle descansos tan pronto como muestre signos de impaciencia. Por último, no olvides elogiarlo y ofrecerle algunas golosinas entre las diferentes fases de su tratamiento de belleza cuando se porte bien. Así estará mucho más motivado a cooperar para su higiene.