Es normal que un perro sospeche de algo nuevo. De hecho, el miedo es un instinto de supervivencia natural. Por otro lado, si este miedo se vuelve excesivo y sistemático, incluso para eventos familiares, es prudente actuar para tranquilizarlo.
¿Por qué tiene miedo un perro?
La causa más común de miedo en los perros es la falta de socialización. De hecho, los tres primeros meses de su vida son importantes para su socialización. Le enseñan por un lado los códigos caninos con su madre así como con sus hermanos y hermanas, y por otro lado los códigos humanos con su familia con adultos y niños. Cuando adoptas un cachorro, a la edad de dos meses, tendrás un mes para completar este importante proceso iniciado por el criador. Durante la socialización, los encuentros positivos con los humanos y sus semejantes son esenciales. Nunca tomes a tu compañero en brazos cuando se encuentre con un perro más grande, sentirá que ese otro animal representa un peligro. Las experiencias negativas reforzarán los miedos de tu perro. Los posibles abusos o accidentes sufridos antes también son responsables de los miedos irracionales. Por lo tanto, la paciencia y el rigor están en el programa para tranquilizar a su perro, ofrecerle una vida plena y evitar cualquier riesgo de accidente.
¿Cómo reconocer a un perro asustado?
Para combatir el miedo en tu compañero, tienes que saber reconocerlo. Aquí tienes las reacciones que un perro puede tener ante este, estate atento a su comportamiento.
el es agresivo
En general, un perro es agresivo si no puede huir del peligro. Comenzará a hacer ojos de ballena, moviendo la cola, gruñendo, ladrando y, en los casos más extremos, puede morder.
el huye
Un perro temeroso puede tender a huir del peligro. No necesariamente corriendo en la dirección opuesta, sino simplemente retrocediendo o tomando un desvío para evitar el peligro, a veces con la cola entre las patas traseras.
el esta paralizado
Algunos animales se quedan inmóviles para escapar de un depredador, este también puede ser el caso de un perro temeroso. Se congelará esperando que el peligro pase. Generalmente, será imposible mover al perro mientras el gatillo esté cerca.
el esta temblando
El miedo puede hacer que algunos perros tiemblen, como si estuvieran temblando de frío. Es una manifestación física natural presente solo en ciertos perros. Al igual que con los humanos, cada individuo puede reaccionar de manera diferente.
El se esconde
Para esquivar el peligro, el perro encontrará un lugar donde esconderse. Mientras no se elimine el riesgo, permanecerá postrado. Tenga en cuenta que no siempre está bien escondido, sino que tenderá a acurrucarse contra una pared o hundir su hocico debajo de un mueble, por ejemplo.
Se acuesta y se hace muy pequeño
A falta de escondite o posibilidad de huida, el perro se tumbará en el suelo, intentando hacerse lo más pequeño posible. Al igual que la parálisis, será imposible mover a tu fiel amigo hasta que se elimine el peligro.
¿Cómo tranquilizar a un perro temeroso?
Cuando un perro se enfrenta al miedo, es importante que mantengas una actitud relajada y positiva. Si siente que estás ansioso, considerará que la situación es realmente peligrosa. Por el contrario, si no muestras ningún signo de preocupación, se sentirá tranquilo y considerará que la situación no representa un peligro real. Asimismo, acariciarlo o cargarlo más lejos reforzará la idea de que la situación es peligrosa y reforzará su miedo. Por el contrario, continuar con sus actividades y hacer ejercicio placentero con su compañero tendrá el efecto de aliviar su miedo, simplemente desviando su atención hacia actividades placenteras. Si ves que tu perro se encuentra en una situación en la que se siente amenazado, finge que no ha pasado nada. Ocúpate de tus asuntos y, sin siquiera mirarlo, llámalo para dar un paseo o una sesión de juegos, por ejemplo.
Haz que un perro tenga menos miedo.
Tranquilizar a tu perro cuando tiene miedo es algo bueno, pero también puedes trabajar para reducir su estrés con la técnica de “desensibilización”. El objetivo de este método es hacer que tu compañero trabaje con el objeto de su miedo y reemplazar ese objeto con algo positivo. Pongamos un ejemplo: tu perro tiene miedo a las bicicletas. Sí, nuestros compañeros a veces sorprenden, como nosotros que tenemos fobias irracionales con el miedo a las arañas por ejemplo. Te pararás frente a la bicicleta. Si el perro no muestra ninguna reacción, recompénselo con una golosina. Luego juegas con él y haces ejercicios cerca de la bicicleta, que tendrás que repetir todos los días para que, poco a poco, ya no le tenga miedo a este objeto. Es un trabajo largo, pero generalmente coronado por el éxito. La ventaja de esta técnica es que sirve para absolutamente todo, el coche, la cortadora de césped, los sonidos de los petardos, humanos, gatos, etc. Si necesitas ayuda con este ejercicio, o si tienes problemas para identificar el origen del miedo de tu perro, no dudes en consultar a un veterinario, o incluso a un conductista canino. ¡Este profesional te brindará una valiosa ayuda para tener un perro cómodo en sus almohadillas!