Lamiendo en perros: ¡todo lo que necesitas saber!

Al igual que bostezar y estirarse, lamer es un comportamiento de comodidad en los caninos. Tiene como objetivo mejorar su bienestar físico y mental al reducir sus tensiones internas, o tiene como objetivo calmar una situación estresante: por ejemplo, un perro que lame a su amo que lo regaña. Sin embargo, lamer se vuelve problemático en algunos casos. Pero, ¿cómo diferenciar una actitud natural de un trastorno del comportamiento? ¿Cómo reaccionas ante un animal que se lame en exceso? Todo lo que necesitas saber sobre el lamido de perros está en este artículo.

Lamer es un comportamiento natural en los perros

No te alarmes si ves a tu perro lamiéndose, es un comportamiento completamente normal. En la naturaleza, a diferencia de los felinos, los cánidos dedican muy poco tiempo a su aseo: solo un pequeño golpecito en las patas, el estómago y el perineo. Lamer es más bien una herramienta de comunicación para ellos. Una madre lame a sus cachorros, no solo para limpiarlos, sino también para tranquilizarlos. Al crecer, usarán esta señal para calmar situaciones que los hacen sentir incómodos. Los lametones rápidos en la nariz reflejan la incomodidad del animal y la voluntad de aliviar la tensión. Si te lame, no es necesariamente una muestra de afecto, sino quizás la expresión de otras emociones como el miedo o el estrés. ¿Alguna vez ha hecho esto después de haber sido castigado o discutido? Es su manera de mitigar el conflicto. Lamerse, como rascarse las orejas o las costillas, también puede reflejar vacilación ante dos posibles acciones. Tu perro es indeciso, como nosotros cuando nos tocamos la cara en un momento de desconcierto, o cuando jugueteamos con un bolígrafo para darnos semblante. Observar el contexto en el que el animal se lame facilita la comprensión de este gesto. ¿Es hora de su cuenco? ¿Apenas ha terminado su comida? ¡Se lame las chuletas por avaricia! Si un poco de salsa se escurrió de su plato, no se sorprenda al verla lamiendo el piso con tanta diligencia. Migas tiradas en el suelo, tela maloliente, tu piel cubierta de humectante perfumado: superficies tan tentadoras para tu perro que seguramente las lamerá.

El lamido excesivo puede ser síntoma de un problema de salud

A veces son motivos físicos, como un pequeño corte, la picadura de un insecto, una espiguilla metida debajo de la piel, granitos por alergia, etc., los que llevan al perro a lamerse la zona irritada. Esto muchas veces empeora la situación y entonces observamos alopecia, es decir un espacio sin pelo. El lamido también puede ser consecuencia de un picor derivado de una intolerancia a una planta o alimento. Además, diversas afecciones de la piel generan en el perro el deseo irresistible de lamer:

  • hiperqueratosis, localizada en las almohadillas;
  • dermatitis atópica de origen genético;
  • pododermatitis;
  • un punto caliente o dermatitis por pioderma.

Si sospecha un problema real de la piel, consulte a su veterinario.

El lamido compulsivo es un síntoma de malestar psicológico en un perro

Se han descartado todas las pistas veterinarias y su perro continúa lamiéndose compulsivamente. Si el lamido ocasional de suelos, paredes o muebles no es molesto, lo es cuando se convierte en una obsesión. ¿Tu perro no puede parar? ¿Lame frenéticamente el aire? ¿Él ataca sus propias patas, hasta que se forma una herida? Ya sea que lamas compulsivamente en tu campo de visión para llamar tu atención o actividad repetitiva mientras estás fuera, está claro que tu mascota tiene dolor. Varios factores pueden conducir a este problema de comportamiento:

  • en acción;
  • aburrimiento
  • ansiedad de separación
  • la imposibilidad de expresar los propios instintos naturales;
  • un estilo de vida estresante;
  • etc.

Para superar el lamido problemático, ofrécele ocupaciones sustitutas como juguetes para lamer, por ejemplo un lickimat o un kong lleno de comida que previamente hayas metido en el congelador, para que la actividad dure el mayor tiempo posible. Multiplica salidas y ejercicios para gastarlo mentalmente y lograr que tus ausencias dejen de ser fuente de ansiedad. Para ello, se recomienda un aprendizaje gradual de la soledad. Instalar su cesta en un rincón donde no sea molestado por los demás habitantes de la casa aliviará a tu perro y reducirá su estrés: necesita verdaderos momentos de descanso tranquilo. Si no puedes tranquilizarlo y persiste esta mala práctica, llama a un adiestrador conductista canino.

lamiendo llagas

¿Qué es un dolor de lamido?

Ubicada más comúnmente al final de la extremidad de un perro, una herida por lamido es poco profunda y de forma redondeada. Es a fuerza de lamerse, por una u otra de las razones explicadas anteriormente, que el perro expone parte de su epidermis. Las patas delanteras, que son más accesibles, son las más afectadas por este fenómeno. La lesión puede sangrar y purular; la irritación provocada hará que el perro lama aún más, manteniendo la herida en carne viva. Esto se llama granuloma.

¿Cómo tratar un granuloma?

Inicialmente, los medicamentos antiinfecciosos, la aplicación de una crema cicatrizante y el uso de un collarín aceleran la curación de la dermatitis. Sin embargo, estas soluciones temporales no son suficientes si el origen de este mal es el estrés, la ansiedad o el aburrimiento. Si no se trata la causa, el perro volverá a empezar en cuanto tenga la oportunidad. ¿Por qué se está comportando así? Identificar las razones por las que se lame y ofrecerle actividades adecuadas en un entorno de vida sereno es la mejor respuesta que se le puede dar. Ahora sabe cómo distinguir entre un comportamiento normal y una actitud problemática, vinculada a problemas de salud física o moral. Depende de usted reconocer las razones por las que lame a su perro y actuar en consecuencia.