Comportamiento sexual del perro: ¿qué necesitas saber?

Un perro adulto, si no ha sido castrado, segrega hormonas sexuales que influyen en su comportamiento. Se interesa por las perras, más aún en épocas de celo. Y cuando los siente, puede manifestar su atracción sexual de diferentes maneras. Sus cambios de comportamiento son naturales, sin embargo, se le debe enseñar a respetar ciertos límites en la sociedad, incluso si es un animal. Te explicamos todo sobre el comportamiento sexual del perro, sus manifestaciones, los límites a marcar y cómo reaccionar.

El comportamiento natural de un perro completo.

En los perros, la pubertad aparece entre los 6 meses y el año y medio dependiendo de su raza. Cuanto más grande es el perro, más tarde es. Los cambios, no solo en su cuerpo, sino también en su comportamiento comienzan a aparecer en este momento. El animal sale de la fase de cachorro y se vuelve fértil. Sus cambios son totalmente naturales. Es capaz de procrear y, por lo tanto, sus hormonas sexuales trabajarán sobre él y lo llevarán a buscar una hembra con quien aparearse. En las hembras, el primer celo tiene lugar entre los 6 y los 9 meses. Por lo general, duran 3 semanas y ocurren dos veces al año. Cuando llegan a la edad adulta, el crecimiento del macho, al igual que el de la hembra, se detiene. Entre los primeros cambios que se notan en el macho está que empieza a levantar la pata para orinar. También marca mucho más su territorio orinando para llamar la atención de las hembras. Si hay una perra en celo cerca, es posible que intente escapar para unirse a ella. Los otros machos se vuelven competidores y sucede que su amistad hacia ellos se va reemplazando gradualmente por agresión. Su cuerpo también cambia: su musculatura se desarrolla. Sin embargo, incluso si comienzan a producirse espermatozoides, no significa que sean efectivos. Asimismo, el perro joven sigue siendo torpe, a pesar de que se revelan sus instintos reproductivos. En general, el perro tarda entre 2 y 3 años en estar realmente maduro para el apareamiento y la reproducción.

¿Cuáles son las manifestaciones del comportamiento sexual en los perros?

El perro exhibe comportamiento sexual de varias maneras.

  • Marcaje territorial: orina sobre objetos o en lugares específicos. Puede estar dentro de la casa, así como fuera. Es en esta ocasión que informa de su presencia y señala su estado a los otros perros.
  • La búsqueda de pareja: puede mostrar un comportamiento de excitación y búsqueda activa de una hembra en celo: ladridos, agitación, búsqueda olfativa, huida…
  • Comportamiento denominado “dominancia”: esto puede manifestarse en su postura con respecto a otros perros, pero también a los humanos de su hogar. Puede lanzar desafíos físicos o incluso montar a otros perros para mostrar su estado. A veces simula el acto: puede hacerlo sobre la pierna de un humano, sobre objetos como cojines, peluches o sobre otros animales, ¡incluido el gato doméstico!
  • Agresividad: el instinto reproductivo conduce a un sentido de competencia, no solo por las parejas sexuales, sino también por los recursos (canasta, cuenco, etc.). El perro entonces envía señales de agresión, principalmente en presencia de machos. Esto puede ocurrir cuando se encuentra con congéneres del mismo sexo y se acentúa si hay una perra en celo cerca.
  • Vagabundeo: el perro va en busca de una hembra. Entonces se expone a muchos peligros, como accidentes de tráfico, lesiones o conflictos con otros animales.

No todos los machos completos exhiben todas estas manifestaciones. Algunos no tienen ninguno, otros solo uno o dos y, a veces, sucede que algunos los acumulan todos. Cada animal es único y su comportamiento está influenciado por muchos factores como la edad, el entorno, la crianza, la genética… Si su comportamiento resulta ser realmente problemático y si el perro no está destinado a reproducirse, una solución es castrarlo, lo cual lo apaciguará. De hecho, cuando un perro se convierte en esclavo de sus hormonas y tiene la imposibilidad de responder a su instinto reproductivo, puede verse perturbado mentalmente.

Límites a poner para tu perro

La pregunta surge con los amos que temen engendrar frustración en su animal al prohibir ciertos comportamientos. Sin embargo, poner límites no lo hace infeliz. Esto hace más serena la convivencia humano/animal y aporta equilibrio a la relación, ya que todos se sienten respetados. Está claro que no es posible, por ejemplo, dejar que tu perro frote las piernas de sus hijos, sus invitados o incluso su amo. ¡Tampoco es cómodo para el gato doméstico ser criado! Por el bienestar de todos, por lo tanto, es esencial prohibir ciertos comportamientos, incluso si son naturales. Cuando tu perro monte a una persona o a un animal, llámalo y desvía su atención para que suelte al que molesta. Utilice juguetes sonoros o interactivos. También puedes ofrecerle ejercicios para distraer su atención por más tiempo. Algunos amos prefieren dar la orden de “stop” o “stop” con un tono firme para que su perro se detenga lo más rápido posible. En cualquier caso, es fundamental, para una buena convivencia entre todos los miembros de la casa, que el perro aprenda a controlar sus impulsos sexuales. Por lo tanto, deben establecerse reglas claras y coherentes para fomentar un comportamiento adecuado. Siempre son más fáciles de implementar con un perro bien socializado, ya que ha aprendido a interactuar respetuosamente con los demás. Además, al caminar, siempre debes permanecer alerta y mantener el control de tu animal. Debe estar con correa, especialmente durante la temporada de calor, para que pueda estar sujeto si se encuentra con una hembra. Como parte de una educación solidaria, recuerde siempre recompensar y alentar el comportamiento apropiado. Además, si también tienes una perra sin esterilizar en casa, sepárala durante el celo, a menos que quieras un apareamiento. Y en caso de apareamiento programado, por el contrario, coloque a sus animales juntos en una habitación. No tienes que quedarte con ellos. Déjalos sin atender. Si no puedes controlar el comportamiento de tu perro, lo mejor es castrarlo. Si se trata de un macho reproductor, haga que lo acompañe un veterinario de comportamiento o un entrenador de perros cariñoso.

Manejo de la hipersexualidad en un perro

La hipersexualidad también se llama satiriasis. Consiste en un deseo sexual amplificado y exacerbado, mucho más desarrollado que en la mayoría de los otros perros. Se caracteriza por superposiciones muy frecuentes, a veces acompañadas de agresión hacia otros machos. Es un problema de comportamiento. En este caso, ya no nos encontramos ante el instinto natural del perro, sino ante reacciones desmedidas. Cuando este trastorno está ligado al medio ambiente, puede ser temporal y desaparecer cuando se retira el estímulo (caso de una hembra en celo no lejos de la perra, por ejemplo). También es posible que el problema sea permanente. En este caso, es imprescindible consultar a un veterinario. De hecho, la causa puede ser médica, ya que una condición hormonal o un problema de salud pueden conducir a un comportamiento sexual excesivo. Después de un examen completo, el veterinario puede prescribir un tratamiento médico en forma de hormonas que reducen la libido. Este tipo de medicamento se toma en forma de tabletas, implantes o inyecciones. Su efecto es temporal. Esto es útil para criar perros que el criador quiere tomar un descanso. En general, durante el efecto del tratamiento, la perra es menos fértil, si es que lo es, pero depende del caso.
Si el perro no está destinado a la reproducción, se recomienda la castración. En muchos casos, reduce las hormonas sexuales y reduce conductas no deseadas en el perro, que se vuelve más tranquilo. Además, métodos de adiestramiento positivo y enriquecimiento ambiental (juguetes, colchonetas, etc.) pueden acompañar tus pasos para ayudar a tu perro a adoptar un comportamiento más adecuado. Son mucho más efectivos que la educación punitiva que tiende a estresar al animal y reforzar conductas indeseables. El manejo por parte de un conductista benévolo también puede ayudarte y dar muy buenos resultados. Esto es tanto más necesario si la castración llega tarde. De hecho, tal trastorno, cuando está bien establecido, puede no eliminarse por completo con la operación. En cualquier caso, tienes que tener paciencia y elegir la estrategia o estrategias más adecuadas para tu perro. El comportamiento sexual del perro es por lo tanto una cuestión de su instinto reproductivo que es natural. Sin embargo, debe ser controlado para que no se convierta en un inconveniente. Ante un trastorno de hipersexualidad hay que cuidar al perro. En cualquier caso, cuando un perro no es criador, castrarlo le permite sentirse más tranquilo.