la sistema inmunológico del perro es bastante abstracto. No se puede palpar como un órgano, ni evaluarlo con un simple análisis de sangre. Es finalmente la ausencia de sintomas en tu perro y su capacidad para hacer frente a las enfermedades cotidianas lo que te permitirá saber si sus defensas naturales están fuertes. ¡Comparador de Seguros para Perros! ¡Gratis y sin contrato! Sin embargo, incluso en ausencia de trastornos aparentes, ciertos contextos debilitan inmunidad del perro : temperaturas extremas, situaciones estresantes, edad… Por eso reforzar el sistema inmunológico de tu perroes asegurar, como medida preventiva, una buena calidad de vida.
Descubre 10 maneras de aumentar la inmunidad de los perros para maximizar sus posibilidades de vivir con excelente salud.
El sistema inmunitario, un ejército interno y externo para tu perro
Las defensas inmunitarias tienen dos funciones: advertir de la llegada de un invasor y destruir a estos intrusos una vez en el cuerpo. Existe diferentes tipos de patógenos luchar:
- Virus
- bacterias
- microbios
- toxinas
- Champiñones
- Parásitos
- Alérgenos
- Células cancerosas: ciertamente no provienen del exterior, pero aún así se consideran extrañas debido a las anomalías y mutaciones que portan.
Un sistema inmunitario que funcione bien es capaz de diferenciar entre lo que es parte del cuerpo y lo que debe combatirse. También es capaz de reaccionar rápidamente para destruir todo lo que no tiene nada que ver en el cuerpo del perro.
Sabías ? La piel es la primera muralla contra las intrusiones. Contiene células que luchan contra diversos gérmenes y ataques del medio ambiente. La inmunidad cutánea evita que los patógenos entren en el cuerpo. También es el órgano más grande del cuerpo del perro, al igual que en el del hombre.
¿Cuándo se debilita la inmunidad de un perro?
Son muchas las situaciones en las que el perro experimenta un debilitamiento de sus defensas naturales. A menudo, lo vemos demasiado tarde, cuando se enferma. Los primeros signos, como la pérdida de apetito o energía, pasan desapercibidos. Por eso es importante conocer estos periodos:
- Estrés : llegada o salida de un miembro de su familia, de un animal de compañía, agresión, mudanzas, competencias, cambio en sus rutinas.
- Enfermedad : incluso benigna, la enfermedad requiere un esfuerzo del sistema inmunológico, que se cansa y puede debilitarse.
- Ciertos tratamientos : Los antibióticos, por ejemplo, esenciales para combatir ciertas bacterias patógenas, tienden a destruir también las bacterias «buenas» que protegen la inmunidad de su perro.
- Operaciones : aunque necesarios en caso de accidente o esterilización, requieren un tiempo de recuperación durante el cual el perro es menos eficiente a nivel inmunológico.
- Edad : con el tiempo, las defensas de tu perro se deterioran, su cuerpo es menos robusto frente a la agresión, esto es consecuencia del desgaste general, como en los humanos.
- Mala alimentación : la alimentación desequilibrada o de mala calidad debilita a sus animales.
- ola de calor, frio : las temperaturas extremas exigen a tu compañero un gran esfuerzo de adaptación, lo que debilita sus defensas.
10 formas de fortalecer el sistema inmunológico de tu perro
Para promover la inmunidad en los perros, no basta con adoptar una sola medida. Es importante combinar un máximo de medios para obtener una sinergia en la salud de Medor.
1 – Elige una alimentación equilibrada y de calidad
“Que tu alimento sea tu medicina”, decía Hipócrates, a quien se le atribuyen otras formulaciones, ¡pero todas significan lo mismo! ¡Y también es válido para nuestros amigos de 4 patas! Si te decantas por las croquetas, selecciónalas de buena calidad. No recurras a referencias de gama baja. Por lo general, son demasiado altos en subproductos animales y carbohidratos, pero demasiado bajos en proteínas, aceites, frutas y verduras de calidad. Lo mismo para las empanadas. Si optas por la ración casera (mix de la casa) o el barf (carne cruda), pídele ayuda a un nutricionista veterinario o mira más de cerca tu tema. Se desaconsejan encarecidamente las sobras de la mesa. Cualquiera que sea la elección de alimentos que elija para su perro, sepa que cuanto mejor sea, más se reforzará la inmunidad de su mascota (¡y se reducirán los costos veterinarios!). Por último, no olvides dejarlo con agua limpia en todo momento, porque la hidratación es esencial para proteger contra el invierno y las olas de calor.
2 – Ayuda a tu perro a hacer ejercicio
¡Es bien sabido que el deporte es bueno para la salud! Para bípedos y cuadrúpedos. Da bonitos paseos con tu perro, aprovecha el fin de semana para recargar pilas en su compañía. El ejercicio aumenta la inmunidad y además permite que tu mascota mantenga un peso ideal. ¡Pero el sobrepeso es uno de los enemigos del sistema inmunológico! Además, correr es bueno para la psiquis de tu acompañante que libera todas sus tensiones en un paseo. Y una buena psique es un excelente estimulante de las defensas naturales.
3 – Piensa en complementos alimenticios
Pide consejo a tu veterinario, existen complementos alimenticios así como vitaminas, minerales y oligoelementos que potencian las defensas del perro. Ciertos productos herbales naturales a veces son reconocidos por sus efectos sobre la vitalidad del sistema inmunológico. Además, el probióticos están especialmente indicados para mejorar la flora intestinal y reforzar la inmunidad digestiva.
4 – Cuida su piel y pelaje
Como te decíamos antes, la piel es la primera línea de protección frente a las agresiones. Por lo tanto, merece toda su atención. Y el cabello también, ya que está en contacto directo. Asegúrate de que tu perro esté Siempre limpio, sin parásitos ni hierbas, hojas y plantas adheridas a su pelaje. Son una fuente de irritación y afectan la piel y luego la salud de los cánidos. Un baño de vez en cuando con productos adecuados (los destinados a humanos no lo son por su pH), te permitirá comprobar el estado de su piel y luchar contra determinados patógenos.
5 – Escucha su moral
Un perro feliz es más sano y por el contrario, ¡un perro sano es más feliz! La caída de la moral también es a veces síntoma de enfermedad, mala digestión o debilidad general. Presta mucha atención a las señales que envía tu perro. No siempre se notan porque nuestros compañeros instintivamente tienden a ocultar sus problemas siempre que no les resulten insoportables.
6 – Vigila su sueño
A partir de la década de 1970, la vínculo entre la inmunidad y el sueño ha sido establecido. De hecho, la falta de sueño altera el nivel de citoquinas, estas moléculas que aseguran la comunicación en el sistema inmunológico y le permiten funcionar bien. Un perro que se despierta con demasiada frecuencia y no puede dormir su cuenta de horas ya no producirá citoquinas de manera eficiente. Por lo tanto, combatirá menos bien los virus y las inflamaciones. Incluso puede desarrollar procesos cancerosos o enfermedades autoinmunes.
7 – Ofrécele un ambiente limpio
A ambiente saludable, libre de parásitos, patógenos y alérgenos, es un excelente refuerzo del sistema inmunológico. Sin embargo, no se trata de esterilizar el ambiente. De hecho, el perro también debe enfrentarse a los gérmenes de la vida cotidiana para producir anticuerpos. Necesita por tanto una cesta limpia, una casa limpia, pero limpiada sin productos demasiado agresivos.
8 – Recuerda desparasitar a tu acompañante periódicamente
¡Sin pulgas ni garrapatas, la inmunidad de Médor sigue siendo fuerte! Proteger a tu perro de parásitos, vectores de enfermedades y alergias, significa asegurar que tu animal disponga de medios para defenderse eficazmente de las agresiones diarias. Por lo tanto, es para permitir que su sistema inmunológico permanezca combativo.
9 – Consulta a tu veterinario al menos una vez al año
Imprescindible una consulta anual. Su cita le permitirá al profesional comprobar no sólo el estado general de su acompañante, sino también el suyo. estado de vacunación. De hecho, hay enfermedades contra las que es difícil o incluso imposible luchar de forma natural. La vacuna es hoy la única protección para garantizar al sistema inmunitario una reacción rápida y eficaz. Para aquellos que están preocupados por una posible sobrevacunación, ahora existe un proceso (el VacciCheck), que permite valorar los anticuerpos del perro para ciertas enfermedades. Por lo tanto, es posible saber cuándo es el momento de proceder con el retiro.
10 – Acompaña a tu cuadrúpedo en edad
la umbral de senescencia (edad a la que el perro se considera senior), varía según el tamaño, pero la media es de 7 años. A partir de esta edad, son imprescindibles controles más frecuentes con el veterinario. Este es también el momento de adaptar la alimentación y los paseos a su edad. Sus necesidades evolucionan, es necesario escucharlos. Este es uno de los secretos (¡hoy ya no es tan secreto!) para mantener a tu amigo de cuatro patas contigo durante muchos años.