La muerte súbita de un perro es un auténtico trauma para los miembros de su familia. El duelo se complica por lo repentino de la muerte y los propietarios pueden encontrarse en estado de shock. Muy rápidamente, las preguntas se empujaron: “¿qué podríamos haber hecho para evitarlo? », « ¿Qué no vi? «. La culpa se suma al dolor. La muerte súbita es impredecible. Puede tener orígenes muy diversos: problema cardíaco, ictus, intoxicación… Te explicamos cuáles son las diferentes causas de muerte súbita en perros y cómo se pueden reducir los riesgos.
Causas internas de muerte súbita en perros
Los orígenes internos más frecuentes son cardíacos, pero también existen otras posibles disfunciones.
Razones cardíacas
Diferentes enfermedades pueden afectar silenciosamente al músculo cardíaco, hasta que un día se detiene repentinamente. Se puede citar, por ejemplo, la arritmia, que consiste en una anomalía de los latidos. El corazón late demasiado rápido, demasiado lento o irregularmente. Entre las causas también encontramos las miocardiopatías, en concreto la miocardiopatía dilatada, la más frecuente en perros. Es un agrandamiento de las cámaras del corazón, lo que debilita las paredes. Al expandirse, el músculo cardíaco tiene menos capacidad para bombear sangre correctamente y la circulación sanguínea se ve afectada. El latido del corazón se vuelve irregular y la insuficiencia cardíaca se establece gradualmente. A veces no es detectable con el estetoscopio al principio, cuando los signos aún no son evidentes. Por lo tanto, la condición pasa desapercibida hasta que el perro presenta síntomas graves, como dificultad para respirar o fatiga. Con un seguimiento regular, tan pronto como la enfermedad progrese, el veterinario la escuchará durante el control de rutina, incluso si no había notado nada al principio. La frecuencia cardíaca se vuelve anormalmente rápida o los sonidos cardíacos irregulares o anormales atraen la atención del profesional. Para poder diagnosticar la enfermedad a los primeros síntomas, lo ideal es que a tu perro le realicen un ECG (electrocardiograma) que mide la actividad eléctrica del corazón o una ecografía cardíaca, así como análisis de sangre. A veces es un coágulo de sangre que bloquea una arteria coronaria, lo que también provoca un ataque al corazón.
Desórdenes neurológicos
Entre los trastornos neurológicos más conocidos, el accidente cerebrovascular (accidente cerebrovascular) es una condición repentina que afecta el flujo sanguíneo a una parte del cerebro. O un coágulo bloquea una arteria en el cerebro (accidente cerebrovascular isquémico) o la arteria se rompe (accidente cerebrovascular hemorrágico). Cuando una parte del cerebro no recibe suficiente sangre, las células cerebrales comienzan a morir. Esto puede causar daños de los que el perro puede recuperarse, pero también puede provocar la muerte súbita. En caso de sospecha de ictus, es recomendable llevar a tu animal de urgencia al veterinario.
Desórdenes gastrointestinales
Uno de los trastornos más comunes es la torsión de estómago o DTE (dilatación-torsión del estómago) que puede causar la muerte súbita. Afecta principalmente a las razas de perros grandes y ocurre cuando el estómago se llena de gas o líquido y luego se expande, bloqueando el suministro de sangre. En ausencia de flujo sanguíneo, esto puede degenerar muy rápidamente en daño tisular y luego en falla orgánica que resulta fatal. Varias situaciones están en el origen de esto, como comer demasiado rápido en cantidades demasiado grandes o hacer ejercicio demasiado intenso después de una comida. Ciertas razas de perros están predispuestas como el Gran Danés, el San Bernardo o el Setter Irlandés o el Bóxer. El DTE es una emergencia veterinaria que no siempre conduce a la muerte. De hecho, si se atiende rápidamente, el perro se puede estabilizar. Para hacer esto, es necesario prestar atención a los signos:
- Abdomen distendido;
- Perro intentando vomitar sin conseguirlo;
- inquietud anormal;
- salivación excesiva;
- Dificultad para respirar;
- Debilidad o incluso colapso.
Causas externas en la muerte súbita del perro
Si los orígenes internos son los más numerosos, la muerte súbita también puede estar ligada a un evento externo que no siempre es posible ver o predecir.
envenenamiento
El envenenamiento de perros a menudo es causado por la ingestión de una sustancia tóxica. Generalmente, el amo no ha visto a su animal atrapar algo en el paseo o en la casa. Muchos productos, inofensivos para los humanos, son peligrosos para sus compañeros caninos: las uvas, por ejemplo, o el chocolate. También hay una lista de plantas cuyos efectos en los perritos pueden ser fatales. Los productos del hogar también son enemigos de nuestras mascotas. Si ves a tu compañero canino comiendo un producto que sabes que es tóxico, en algunos casos puedes hacer que tu mascota vomite. Atención, solo ciertos contextos lo permiten.
virus y bacterias
La naturaleza también es fuente de muerte súbita. Puede ser bacteria en ciertas fuentes de agua o transportada por animales salvajes. Así, en Dordoña, los perros de caza fueron víctimas de muerte súbita en 2022 tras morder jabalíes. Habrían estado sufriendo de la enfermedad de Aujeszky, que es infecciosa y no transmisible a los humanos. Del mismo modo, las cianobacterias, presentes en el agua, pueden envenenar a un perro mientras nada. Algunos estanques y arroyos están colonizados. El riesgo es mayor en verano, hasta principios de otoño. Cuando el perro bebe el agua, las cianobacterias liberan toxinas en su cuerpo. En este caso, es una emergencia veterinaria. Si se cuida rápidamente, su perro tiene más posibilidades de ser salvado.
Trauma
Hay diferentes ocasiones de sufrir un trauma: accidente de tráfico, pelea, caída… El perro puede parecer en buen estado en ese momento y luego desencadenar diversos fenómenos fatales tras el susto que ha recibido su cuerpo.
- Hemorragia interna ;
- Traumatismo craneal ;
- Lesión de la médula espinal que puede afectar el sistema nervioso hasta impedir que el animal respire;
- Paro respiratorio;
- Perforación del tracto gastrointestinal.
Un estudio ya antiguo, realizado entre 1989 y 1999 por Olsen y Allen, apuntaba al trauma en poco más del 12% de los casos de muerte súbita.
Factores genéticos detrás de algunas muertes súbitas
Además de las patologías mencionadas anteriormente, los factores genéticos aumentan el riesgo de muerte súbita en determinadas razas o líneas.
Por lo tanto, existen predisposiciones raciales: por lo tanto, algunos perros tienen más probabilidades de desarrollar enfermedades que causan la muerte súbita. Como se vio anteriormente, los perros más grandes, como el gran danés o el bóxer, por ejemplo, retuercen más el estómago. Del mismo modo, el Cavalier King Charles, el Poodle o el Yorkshire sufren más que otros de insuficiencia cardíaca. Finalmente, el Doberman y el Boxer tienden a desarrollar con mayor frecuencia una miocardiopatía dilatada. Además, algunas líneas de perros son víctimas de enfermedades hereditarias. Estos se transmiten de generación en generación. A pesar de la rigurosa selección de la mayoría de los reproductores, algunos son muy difíciles de erradicar. Esto concierne, de nuevo, a muchas patologías cardíacas. Hay pruebas genéticas para pasar a los animales reproductores. Así, los perros portadores han abandonado los programas de cría, lo que limita la transmisión. Finalmente, a veces, mutaciones genéticas específicas están involucradas en la muerte súbita de un perro. Es el caso, por ejemplo, de la miocardiopatía dilatada (MCD): en el dóberman, por ejemplo, corresponde a una mutación del gen PDK4 (piruvato deshidrogenasa quinasa 4). En el Boxer, está en el gen STRN (estriatina).
Prevención de la muerte súbita del perro
Cuando la muerte llega por sorpresa, es casi imposible evitarla. Los “si hubiera hecho esto, esto no hubiera pasado” no sólo son innecesarios y dolorosos, sino erróneos. Nunca se puede saber qué hubiera pasado en otra versión de la historia. Sin embargo, podemos establecer un máximo de precauciones para limitar los riesgos. Una alimentación de calidad, por ejemplo, es fundamental para la buena salud general del animal. Bien alimentado, el perro ve mejorada su inmunidad y evita el sobrepeso, uno de los enemigos del corazón. Además, el seguimiento veterinario es una condición de longevidad. De hecho, una revisión al menos una vez al año permite obtener un diagnóstico precoz, que puede prevenir la muerte súbita. Así, en cada cita, el veterinario revisa el corazón del animal y puede decidir realizar un análisis de sangre para controlar los distintos parámetros fisiológicos del animal. A veces, el profesional prescribe exámenes adicionales de un colega, como una ecografía cardíaca, por ejemplo. Si el veterinario identifica una enfermedad grave antes de que sea mortal y prescribe un tratamiento temprano, el perro puede ganar muchos años de vida. Luego, un seguimiento regular permite ajustar el tratamiento y acompañar al perro. Su intervención puede ser medicinal o quirúrgica, o incluso en forma de consejos para mejorar el estilo de vida de tu pequeño compañero. En las granjas, el desarrollo de pruebas de ADN relativas a determinadas patologías permite poner en marcha programas sin animales reproductores portadores. Sin embargo, estas pruebas no cubren todas las enfermedades ni todas las razas. Siguen teniendo una utilidad dirigida a diferentes patologías. Finalmente, asegurar la casa y el jardín para evitar cualquier posibilidad de envenenamiento o trauma también es parte de los medios de prevención. Seguridad, dieta equilibrada, diagnóstico precoz, tratamiento y seguimiento son las 5 claves para prevenir la muerte súbita. La mayoría de los propietarios están devastados por la repentina pérdida de su compañero canino. La prevención sigue siendo la única palanca para reducir los riesgos, aunque eso no lo previene todo. Con visitas regulares al veterinario, asegurando el entorno para el cachorro y luego para el perro (jardín y casa), una buena alimentación y ejercicio, podemos intentar actuar contra la corriente. Los avances en medicina veterinaria, que incluyen pruebas genéticas, brindan nuevas oportunidades para controlar el riesgo de muerte súbita en perros. Por último, nunca dudes en acudir a urgencias cuando tu perro muestre signos de angustia, la rapidez del diagnóstico y tratamiento aumenta sus posibilidades de supervivencia.