Mi perro tiene congelación: ¿cómo lo trato?

Por muy grueso que sea el pelaje de tu perro, los perros son tan sensibles al frío como nosotros. En invierno, la nieve y las bajas temperaturas pueden causarles congelación. Si primero pensamos en sus almohadillas, sepa que diferentes áreas del cuerpo de su compañero canino pueden verse afectadas. Las orejas, la cola, los dedos pueden sufrir por una estancia prolongada en la nieve o el frío. Si su perro tiene congelación, aquí le mostramos cómo aliviarlo. ¡Comparador de Seguros para Perros! ¡Gratis y sin compromiso!

¿Cómo tratar a un perro que sufre de congelación?

Cuando el animal se mueve sobre la nieve o el hielo en invierno, o cuando permanece afuera demasiado tiempo sin moverse, su perro puede congelarse. Si notas que sus orejas, cola o almohadillas se ven inflamadas y cambian de color, es posible que sufra grietas por frío. El área afectada puede adquirir un color blanco, gris o rojo. Es importante actuar rápidamente para reiniciar la circulación sanguínea en las áreas afectadas.

Las etapas del cuidado

Cuando regrese de un agradable paseo por la nieve, revise sus almohadillas, orejas y cola. Si tienes dudas, o si la exposición al frío intenso ha sido demasiado larga, aquí tienes cómo tratar la congelación de tu perro:

  • Caliente una toalla o manta. Póngalo en un radiador o caliéntelo con un secador de pelo. También puedes mojarlo con agua tibia.
  • Aplicar suavemente en las partes del cuerpo afectadas.
  • Seca también el pelaje de tu mascota para que se caliente y restablezca la circulación sanguínea por todo su cuerpo.
  • Cuando las zonas afectadas recuperen el color, seca suavemente sin frotar.
  • Cubra con un vendaje limpio y seco.
  • Después de 20 minutos, si la decoloración persiste o las extremidades permanecen frías, comuníquese con su veterinario.

Dolorosa, la congelación puede complicar el cuidado de su perro. Si es demasiado difícil, consulte a su profesional de la salud que aplicará los primeros pasos y podrá, dependiendo de la profundidad de la congelación, realizar el vendaje y recetar antibióticos. Si, a pesar de su cuidado, las áreas expuestas permanecen pálidas u oscuras, llame a su veterinario para una cita de emergencia. La congelación se convierte en congelación que conduce a la necrosis irremediable de los tejidos afectados.

¿Cómo hacer el vendaje después de la congelación?

Si tu perro se suelta, puedes aplicarle un vendaje para proteger la zona afectada. Gasa estéril, algodón hidrofílico, esparadrapo, esparadrapo para hacer un vendaje cruzado. No coloque el algodón sobre la congelación, pero cúbralo con una tira de gasa esterilizada. Luego agregar el algodón y rodear con yeso. Tenga cuidado de no apretar, porque la circulación sanguínea debe volver. Luego agregue el vendaje que protegerá el conjunto. Puede proteger este vendaje con una bota cuando las almohadillas estén afectadas. Compruebe si hay congelación todos los días. Si no te sientes cómodo realizando este tratamiento, pide cita con tu veterinario, él realizará el vendaje y te indicará el procedimiento a seguir para favorecer la curación de tu perrito.

Qué no hacer cuando tu perro tiene congelación

En el pánico y la prisa, probablemente querrá calentar las almohadillas o las extremidades dañadas demasiado rápido. Sobre todo, no frote las zonas afectadas, el roce agravará el daño sufrido. Además, nunca aplique una fuente de calor directa ni lo seque con un secador de pelo. Por último, no le aprietes la toalla alrededor de las patas, las orejas o la cola, ralentizarás la circulación sanguínea en las partes de su cuerpo ya dañadas por el frío.

Congelación o congelamiento: ¿cuáles son las diferencias y cuáles son los riesgos?

Muy a menudo, las grietas solo aparecen unas pocas horas y, a veces, varios días después de la exposición al frío. Por lo tanto, deberá permanecer atento a su comportamiento y verificar el color de las almohadillas y las orejas. Para la cola, al igual que las orejas, puede aparecer descamación y caída del cabello. La congelación, mucho más grave, provoca un entumecimiento progresivo de la zona infectada, un hormigueo que animará a tu perro a lamerse frenéticamente las patas o la cola y rascarse las zonas afectadas de su anatomía. Además de una clara decoloración de los tejidos, la congelación presenta:

  • inflamación del tejido;
  • Piel fría al tacto;
  • Signos de sequedad y descamación de la piel.

Etapa avanzada de congelación, la congelación puede provocar el deterioro del tejido y la muerte. Si las extremidades de su pequeño compañero se adormecen por completo, debe consultar a su veterinario sin demora. Para evitar que la congelación se agrave y se convierta en una lesión más grave, debe tratar a su perro a la primera señal.

Protege a tu perro de la congelación, ¿qué acciones poner en marcha?

Incluso si tu perro tiene un pelaje muy grueso, las almohadillas, las patas, las orejas y la cola están más expuestas al frío. La circulación sanguínea circula de forma menos activa en sus partes de su anatomía, por lo que hay que permanecer atentos durante las salidas invernales. Nuestros compañeros caninos que no tienen subpelo serán más sensibles a los efectos nocivos de las heladas, aunque les encante revolcarse en la nieve o caer sobre el hielo. Los cachorros, los perros mayores o los perritos que sufren de delgadez también tendrán más dificultades para combatir el frío y pueden sufrir más fácilmente congelaciones.

Medidas profilácticas para el bienestar de tu perro en invierno

En caso de frío extremo, es mejor realizar caminatas cortas. Incluso si a su perro le encanta la nieve, evite atarlo en el jardín durante largos períodos de tiempo. Debe poder moverse para mantenerse caliente. Si el espacio lo permite, ofrézcale una caseta para perros cómoda y bien aislada, incluso si pertenece a una raza de perros supuestamente sólida y amante del frío. Para evitar la congelación de tu amigo de cuatro patas, unas medidas sencillas y fáciles de aplicar:

  • Busque la presencia de zonas irritadas o muy frías cada vez que regrese de un paseo;
  • Seque las almohadillas, las patas y el pelaje de su perro;
  • Proteja sus almohadillas aplicando un gel bronceador o equipándolo con botas adecuadas.

Los productos quitanieves irritan las almohadillas de los perros y pueden contribuir a la aparición de congelación. Si nota la presencia de sal durante su paseo, limpie las patas de los perritos con agua tibia a su regreso y séquelas. Cuidado en invierno, porque la ingestión de sal de carretera puede ser fatal para nuestros pequeños compañeros. Algunas razas de perros son más sensibles al frío y la humedad que otras, pregunta a tu veterinario qué medidas tomar para proteger a tu amigo canino. Finalmente, incluso si a su perro le encanta el período invernal, asegúrese de que no tenga frío.

¿Cómo saber si tu perro tiene frío?

Incluso el más peludo de nuestros amigos de cuatro patas puede sufrir frío. Para evitar heladas e hipotermia, asegúrate de que no sufra frío durante su paseo o cuando le dejes disfrutar de la nieve y el jardín. Algunos signos no engañan:

  • Su cola permanece en su posición normal y tiembla;
  • El perro se niega a sentarse afuera;
  • Muestra poca emoción por esta salida, mientras que cuando hace buen tiempo, está encantado;
  • Un cachorro frío puede tener hipo.

Otros peligros del invierno para tu perro

Si el frío y la congelación siguen siendo los principales peligros del invierno para nuestros perritos, otros pueden jugar en su salud. Una revisión veterinaria antes de que llegue el invierno asegurará que esté preparado para afrontar las heladas. No olvides desparasitarlo y darle un tratamiento antiparasitario incluso en esta temporada. Si la garrapata está menos activa, todavía está lista para chupar la sangre del animal que se cruce en su camino, incluso en esta época del año. Adaptar su alimentación a sus actividades. Si tu animal rara vez sale, no hay necesidad de aumentar su ración diaria. Si, por el contrario, pasa largas horas retozando en la nieve, habrá que aumentar su ingesta de proteínas, porque quemará más calorías para mantener la temperatura. Cuando el frío es intenso y te obliga a limitar las horas de salida, es posible que tu perro se aburra. Para compensar la falta de actividad temporal, estimúlalo en casa ofreciéndole juegos y juguetes que también fortalecerán su amistad. Aunque la muda de pelo de su perro tiene lugar en el otoño, el cepillado regular de su pelaje elimina las escamas y el pelo muerto. Esta acción estimula la producción de sebo, que protege la piel de tu mascota del frío. Si tu perrito tiene frío, ofrécele un abrigo aislante que también lo protegerá de la humedad durante sus paseos diarios. E, incluso si está hecho para la nieve y el frío extremo, no lo dejes colgando afuera por muchas horas. Debe poder moverse para mantenerse caliente. Ofrécele un nicho aislado, agrega paja o una manta para que pueda descansar en el calorcito. Al preparar a su perro para la llegada del frío y protegerlo de la congelación y el frío, no hay duda de que estará encantado de jugar con usted en la nieve todos los inviernos.