Complejo y frágil, el equilibrio intestinal de tu perro puede sufrir estrés. Esta agresión provoca entonces un cambio en su equilibrio y en su flora y puede provocar más deposiciones, heces sueltas o diarrea. Este ecosistema compuesto por levaduras y bacterias juega un papel esencial en la absorción de nutrientes y sigue siendo la primera defensa contra muchas infecciones. Cuidar el equilibrio intestinal de tu perrito significa proteger su salud y su buen humor. ¡Comparador de Seguros para Perros! ¡Gratis y sin compromiso!
La flora intestinal: un delicado equilibrio
Alojado en el hueco del intestino delgado de tu perro, es un microcosmos completo que vive, digiere y absorbe los nutrientes que permiten que todos estos órganos funcionen. Esta flora intestinal, que difiere de una especie a otra, pero también de un perro a otro, se desarrolla según la comida que le das a tu perro todos los días.
La microbiota intestinal en perros
Compuesta por miles de millones de microorganismos, levaduras, bacterias, virus forman una flora digestiva que interactúa con su microbiota cutánea, respiratoria o vesical así como con su metabolismo del animal o su sistema inmunitario. Viviendo, este ecosistema evoluciona a lo largo de la vida del canino y puede verse debilitado por diversos factores externos o internos.
¿Qué factores pueden alterar el equilibrio intestinal del perro?
Cuando el animal sufre una “agresión”, su microbiota se desequilibra. Varias razones pueden alterar este equilibrio:
- Destetar al cachorro cuando es demasiado brutal puede provocar el desequilibrio de su flora intestinal.
- Una transición alimenticia demasiado rápida cuando quieres cambiar la dieta de tu perro.
- Alimentos que no cubren completamente sus necesidades de proteínas y nutrientes.
- Una infección bacteriana o viral puede alterar su microbiota, al igual que tomar antibióticos para eliminar la enfermedad.
- Los parásitos como pulgas y gusanos pueden comprometer su equilibrio intestinal.
Muchas situaciones, como una visita al veterinario, un viaje en automóvil, un cambio en su entorno habitual pueden causar estrés y un cambio en las bacterias y virus que recubren su intestino.
Las consecuencias del desequilibrio intestinal en los perros
Cuando los ataques se repiten o resultan demasiado graves, se desarrollan microorganismos patógenos que atacan las vellosidades del intestino. Destruyen parte de su microbiota en el camino. Cuando el intestino de un perro está sano, las bacterias buenas y malas están en equilibrio. Los primeros signos de un desequilibrio en la flora intestinal de tu perro son heces sueltas, diarrea o heces demasiado duras, que también irritarán el colon y el recto de tu compañero canino. Además, sus heces que son demasiado duras ralentizan la acción de masaje en sus glándulas anales, por lo que pueden desarrollarse infecciones. Las bacterias buenas de su microbiota producen el ácido que neutraliza a las malas. Así, permiten nutrir las bacterias buenas y así nutrir el organismo del animal en vitaminas K, B2 y también en folato y biotina. Sin esta barrera, es posible que a su perro le falten vitaminas, lo que puede ocasionar más problemas de salud. Finalmente, la flora intestinal ya no puede desempeñar su función de barrera contra los patógenos y debilita su sistema inmunitario.
Mantener el equilibrio intestinal de tu perro
Esenciales tanto para digerir los alimentos y descomponer la ingesta nutricional diaria en nutrientes como para ayudar a tu perro a combatir las infecciones, los hábitos simples permiten no alterar este equilibrio. Para promover una microbiota sana y equilibrada, simplemente puede ofrecer una dieta equilibrada a su amigo de cuatro patas. De hecho, incluso si los nutrientes necesarios para su salud son similares a los nuestros, solo las contribuciones son diferentes:
- Las proteínas son el elemento esencial de la dieta de un perro. Independientemente del tipo de alimento que le des, las proteínas de la carne como el músculo, o el corazón y el pescado son de fácil digestión y aportan al animal la energía necesaria para la formación de estas células y para producir energía.
- Los lípidos son una gran fuente de energía para él y realizan muchas funciones en su cuerpo. El aceite de salmón, girasol o colza ayuda a su organismo a disolver y asimilar las vitaminas A, D, E y K.
- Los carbohidratos cuando se trata de azúcar lento también son esenciales para la salud de tu compañero canino. Salir de pan blanco, harina, azúcar o almidón. Para un perro vivaz y sin problemas digestivos, los nutricionistas recomiendan mezclar arroz, verduras, harina integral, cereales o patatas.
- La fibra dietética, los minerales, las vitaminas y, por supuesto, el agua contribuyen al equilibrio intestinal de su perro.
Para conocer las proporciones adecuadas de todos estos nutrientes, consulta a tu veterinario. Se basará en su raza, su peso y tu estilo de vida para calcular su ración ideal. Si desea recompensar a su perro, limite los alimentos industriales o procesados tanto como sea posible. Puedes hacer golosinas para tu perro, ofrecerle un trozo de manzana, carne cruda seca o cocida como orejas de cerdo o pescado. Sus croquetas habituales pueden servir como plus siempre que respete el metabolismo de tu perro. Puedes ayudarlo a mantener su flora intestinal ofreciéndole algunas verduras, kéfir o yogur. Evitar los antibióticos también ayuda a proteger su microbiota, pero esto no siempre es posible cuando tu compañero canino está enfermo. Los probióticos en forma de complementos alimenticios ayudarán a proteger este capital de salud.
Restaura el equilibrio intestinal de tu perro
Después de estrés, enfermedad, vacunación o porque tu perro envejece, la simbiosis debe restablecerse. Si tu perro tiene diarrea o estreñimiento, lo mejor es acudir al veterinario para un diagnóstico. Luego puede prescribir probióticos y prebióticos además del tratamiento contra la infección. Este simbiótico entre estos dos complementos alimenticios ofrece resultados rápidos para reequilibrar la flora intestinal de tu amigo de cuatro patas.
¿Qué son los probióticos y los prebióticos?
La duración de la prescripción depende de su mascota, sus síntomas y cuánto duran. La toma de estos complementos alimenticios puede durar de dos semanas a dos meses. Los probióticos favorecerán la digestión y la flora intestinal. Los prebióticos servirán de alimento a los probióticos. En cualquier caso, consulta siempre a tu veterinario antes de ofrecer estos suplementos a tu animal. Efectivamente, su flora debe reponerse de forma natural, por lo que no es necesario dársela durante largos periodos ni todos los días.
¿En qué casos se deben utilizar estos complementos alimenticios?
Su veterinario le recetará probióticos y prebióticos para:
- Facilitar la digestión. Cuando el perro sufra distensión abdominal o problemas digestivos de repetición y no presente ninguna infección, su veterinario le aconsejará tomar probióticos y prebióticos para reequilibrar su microbiota intestinal.
- Estimula tu sistema inmunológico después del tratamiento médico. Los antibióticos no hacen ninguna diferencia y atacan tanto a las bacterias malas como a las buenas. Después de la cura, un breve período de probiótico ayudará a tu loulou a reconstituir su flora intestinal. Tratar una condición de la piel. Alergias, parásitos, los perritos que sufren alguna afección en la piel suelen experimentar un desequilibrio en su microbiota. Además del tratamiento prescrito para luchar contra las pulgas, la enfermedad de tu perro o su alergia, los probióticos le ayudarán a recuperar el equilibrio de su intestino para luchar eficazmente contra la afección.
Si tu loulou es sensible al estrés, una mudanza, la partida de tu grande o la llegada de una nueva mascota pueden perturbar su digestión y su equilibrio intestinal. Se puede prescribir un probiótico como medida preventiva antes de un largo viaje en coche, una mudanza, la llegada de un nuevo amigo. No olvides practicar actividades físicas con tu amigo de toda la vida, ellas también contribuyen al equilibrio de su microbiota.
¿Cómo dar complementos alimenticios a tu perro?
Los probióticos recomendados por su veterinario vienen en forma de cápsulas o polvo. Si tu perro se niega a comer su suplemento en forma de cápsulas, opta por el polvo. Puedes mezclarlo con su ración diaria o en una cucharada de yogur sin azúcar para abrirle el apetito o la glotonería. En cualquier caso, siga escrupulosamente la posología y la duración de la prescripción.