Comida para perros: 11 errores que no debes cometer

Si el momento de la comida es sagrado para el amo, también lo es para su perro, que sin duda figura entre las mascotas más golosas. Nunca se resistirán a una golosina o un bocado debajo de la mesa. Si estos hábitos satisfacen tanto el apetito del perro como la benevolencia del amo, lamentablemente a veces deben evitarse o practicarse de manera diferente para preservar su salud, su bienestar digestivo y su sistema inmunológico. ¿Cuáles son algunos errores comunes que cometemos al alimentar a nuestros mejores amigos caninos? Nuestras respuestas.

Los 11 errores más comunes

1 – Deja la comida al aire libre

Creemos que estamos haciendo lo correcto al dejar un plato de croquetas a disposición del perro durante el día, para que pueda venir a comer cuando quiera. Sin embargo, demasiado tiempo al aire libre, la calidad nutricional de las croquetas puede verse alterada. En un ambiente húmedo, las bacterias tenderán a crecer, lo que podría enfermar a su mascota. Se debe tener cuidado de mantener los alimentos húmedos, como el puré, en el refrigerador tapados, y las croquetas en recipientes herméticos, idealmente en un recipiente de vidrio. En el caso de un recipiente de plástico, la grasa de la croqueta se pega a las paredes, lo que crea un moho invisible a simple vista.

2 – Llena un recipiente sucio

Un error bastante clásico, verter croquetas en un recipiente sin lavar puede promover la proliferación de bacterias. Los maestros no comen de platos sucios, ¡así que nos acostumbraremos fácilmente a hacer lo mismo con nuestros amigos peludos!

3 – Dar las sobras

El error no es tanto darle la comida que comemos, aunque por debajo de la mesa provoque un mal comportamiento en tu animal, sino que se suele cocinar y sazonar. Pensando que estamos haciendo lo correcto, a veces podemos cometer el error de alimentarlo demasiado graso, demasiado ácido, poco cocido, etc. En este caso, sería mejor preparar una porción dedicada a la comida del día, sin condimentos.

4 – Comprar demasiada comida

Aprovechar las ofertas promocionales es atractivo y le permite acumular un stock tranquilizador. Pero desafortunadamente, la fecha de vencimiento de estas ofertas a menudo se acerca. Además, se debe tener cuidado de almacenar este alimento en un lugar seco y no demasiado caliente. En la línea de producción de croquetas, el último paso es vaporizar una fuente de grasa, como aceite de pescado o sabor artificial, para darles un sabor más pronunciado. La desventaja de esta grasa es que hará que las croquetas se oxiden tan pronto como se abra la bolsa. En las bolsas grandes, las croquetas del fondo generalmente son rechazadas por el perro, y por una buena razón, los hongos que se han desarrollado allí le dan un sabor repulsivo a las croquetas. En general, el mismo sobre debe terminarse en un máximo de 3 semanas para evitar este fenómeno.

5 – Superar la dosis diaria

El perro es glotón y siempre te pedirá un poco más, mirándote con su expresión más cabizbaja y suplicante. ¡Difícil de no romper! Pero exceder la dosis prescrita por el veterinario de forma habitual puede favorecer el sobrepeso, lo que puede derivar en patologías en los perros.

6 – No incluyas verduras en tu dieta

Los beneficios de las verduras en el organismo del perro reducirían en consecuencia su riesgo de sufrir patologías graves como el cáncer. Si bien el cáncer es la causa de más de la mitad de la mortalidad canina, la integración de vegetales se vuelve obvia sin dudarlo. Completar tu plato con ¼ de verduras frescas es una buena proporción. Las frutas también pueden integrarse en tu dieta pero de forma más moderada por el azúcar que contienen.

7 – Dar solo croquetas

Las croquetas representan el 90% de la comida para perros. Si son prácticos, carecen terriblemente de humedad: 10 % de agua en una croqueta contra 70 % en alimentos frescos. 7 veces menos agua, hay más riesgo de deshidratación para el perro, lo que puede causar diversos problemas de salud, como principalmente trastornos urinarios.

8 – Dulces

No son un error en sí mismos, a todos les gusta romper por un bocadillo un poco más dulce o salado. Donde hay que estar atento es pensar en integrarlo en la ración diaria. De lo contrario, se produce un exceso que, a medio o largo plazo, puede llevar al perro al sobrepeso.

9 – Cambiar tu dieta con demasiada frecuencia

El sistema digestivo del perro es frágil. Si la transición de un tipo de dieta a otra no se realiza de forma fluida, es decir, durante al menos diez días, esto podría provocarle trastornos digestivos, como vómitos o diarrea.

10 – Escatimar en la calidad del suministro eléctrico

Calidad muchas veces rima con costo, pero es importante asegurarte de ofrecerle a tu perro una dieta que le proporcione todos los nutrientes necesarios para su equilibrio y correcto desarrollo.

11 – Coloca tu bol en un lugar de paso

Su cuenco debe colocarse lejos del ruido y de los miembros del hogar. Debe ser un momento de calma para que sea un momento de placer y que el perro se tome el tiempo de comer bien. Con la conmoción a su alrededor, podría volverse glotón. Si tal fuera el caso, habría que dividir por dos su ración diaria el tiempo que logra regular su sensación de saciedad.