Adoptar un perro es un compromiso de al menos diez años que debe ser el resultado de una decisión bien meditada. ¿Tu elección está hecha y tu bola de pelo llegará pronto? Aquí está 5 errores evitar para acogerlo en las condiciones más favorables. propicio.
1 – No dar espacio a tu perro
Para un cachorro o un perro adulto, cambiar de vivienda puede ser toda una experiencia desestabilizador. Perdió a su familia y requiere un tiempo deadaptación a su nuevo entorno. Será necesario, pues, proporcionarle un refugio propio para que se sienta en seguridad y dónde puede retirarse con confianza. Coloque su ropa de cama en un lugar tranquilo, evitando lugares de paso frecuente y corrientes de aire. Elige una cesta de tela o plástico, pero no de mimbre, ya que este material puede volverse peligroso si el animal lo despelleja. Puede agregar una manta o una funda a su pequeño colchón para que sea más fácil Lavado. Pon su cuenco de agua cerca y juguetes para que se divierta. Cuando comience a explorar su nuevo hogar, marque inmediatamente los lugares No permitido (habitación, sofá, cama…) porque el perrito no entenderá por qué un día puede acceder a él y al otro no.
2 – Abrazar a tu perro nada más llegar
Cuando esta adorable bola de pelo llega a casa, el primer deseo es cubrirla con caricias y manipularlo en todos los sentidos. Sin embargo, habrá que preservarlo de las grandes efusiones porque acaba de dejar todos sus referencias solo para encontrarse en un lugar desconocido lleno de extraños. Este torrente de emociones puede confundir al animal y llevarlo a comportarse inadecuado. Actúa como siempre y deja que descubra su nuevo hogar a su propio ritmo, en un ambiente tranquilo. Muéstrale el espacio dedicado a él, pero no lo obligues a ir allí. Utilizar una tono dulce y acarícialo solo cuando venga a pedirte un abrazo. Explique a sus hijos cómo comportarse con un perro y las acciones a seguir. proscrito (ejemplos: despertar al animal cuando duerme, tocarlo cuando come, tirarle de la cola o de las orejas, etc.). Tenga cuidado de que no apresuren al perrito con gesticulaciones animadas o llantos.
3 – Cambia de repente la comida de tu perro
Nuestros amigos de cuatro patas tienen un flora intestinal especialmente adaptadas a lo que comen así como enzimas digestivas específicas. Muy sensible a los cambios de dieta, necesitan una transición alimentaria progresivo. Por lo tanto, es probable que un cambio de alimento demasiado rápido interrumpa su tránsito y provoque fuertes Diarrea. Ya sea que su perro provenga de una granja o de un refugio, obtenga la croqueta que le dieron antes. En los días siguientes a su llegada, cuidarás de ir introduciendo gradualmente el nuevo alimento en su antigua dieta. Aumentar regularmente porción de nuevos alimentos hasta llegar al uso exclusivo. Asegúrate de respetar un plazo de al menos una semana para realizar la transición.
4 – No proteger el entorno de tu perro
Tanto el interior como el exterior de su hogar deben ser totalmente seguros para evitar cualquier accidente. En su interior, esconda productos de limpieza o alimentación (como chocolate, uvas, cebollas, ajos, etc.) que puedan resultar tóxico para él. Cierra bien el bote de basura y colócalo en un lugar inaccesible porque si tu perro lo vacía, puede sufrir una fuerte indigestión. En presencia de un cachorro, coloque objetos frágiles y plantas fuera de su alcance y proteja los cables eléctrico que pudiera mordisquear. Tu jardín también debe ser un lugar seguro donde tu perro pueda correr libre sin posibilidad de escapar. instalar un Esgrima adaptado a su tamaño y temperamento, con una altura suficiente y firmemente anclado al suelo. De hecho, algunas razas muestran inclinaciones a saltar la cerca o cavar debajo de ella. desterrar algunos plantaciones (narciso, jacinto, narciso, adelfa, lirio, tejo, etc.) susceptibles de causar intoxicación o irritación de la piel. Finalmente, proteja las piscinas, jacuzzis y otras piscinas con un dispositivo adecuado para evitar cualquier riesgo de ahogamiento.
5 – Descuidar la educación de tu perro
A la hora de decidir acoger a un perro, eleducación no debe ser una opción sino un imperativo porque determinará la relación que tendrás con tu animal y la que adoptará fuera. Para comodidad de todos, algunos normas hay que inculcarle para establecer un orden jerárquico dentro del hogar. Por eso es recomendable darle su comida después de la tuya, enseñarle a no gruñir cuando te acerques a su plato, acostumbrarlo a estar manipulado, etc… La obediencia es un factor esencial en su seguridad: aprender a “pararse”, “quedarse quieto”, “caminar” contribuirá a la tranquilidad de todos durante los paseos. Sea paciente y coherente en su modo educativo para, por ejemplo, no autorizar una acción habitualmente prohibida. En todos los casos, los ejercicios deben ir acompañados de una rpremioya sea en forma de golosinas, juguetes y/o caricias.