Es recomendado adoptar un cachorro solo después de una cuidadosa consideración y haberlo pensado en familia, sopesando los pros y los contras. Adoptar una mascota implica disponibilidad. Hay que prestar mucha atención y hacer arreglos para que todo salga bien nada más llegar a la familia, lo que implica tenerlo todo bien preparado unos días antes. Tenga cuidado también de no dejarse abrumar por la euforia de los primeros momentos. Pero también hay que estar preparado para dedicarle tiempo durante muchos años, porque el cachorro se convertirá en un perro adulto, amigo leal clamando por atención, cuidado y amor. Echemos un vistazo a los siete errores que es mejor evitar al adoptar un cachorro.
1 – Maneja a tu nuevo cachorro al extremo
El cachorro que acaba de entrar en su nueva casa de acogida necesita un respiro. Sin embargo, tanto los niños como los padres tienen demasiada tendencia a asfixiar a su pequeño cachorro con abrazos excesivos, pánico de él a fuerza de exclamaciones de júbilo, y el animal pasando de brazo en brazo queda completamente perturbado. Por el contrario, es necesario mostrar dulzura y templanza para que el perro joven no tome miedo. Cada miembro de la familia debe permitirle aclimatarse a su nuevo entorno ya todas aquellas personas que aún no conoce.
2 – Privar al cachorro de un espacio solo para él
Es antes del día de la adopción cuando debe estar todo preparado para acoger a un cachorro para que no se desestabilice cuando llegue. Es fundamental que pueda tener una lugar tranquilo donde puede refugiarse si lo necesita pero también descansar. Es un vuelco para él, y su irrupción en este nuevo lugar de vida con amos perfectamente desconocidos genera emoción y estrés. Para que pueda pasar bien este periodo de adaptación, es fundamental que el cachorro tenga una cesta acogedora en tejido lavable o plástico en el que ponemos un plaid que soporta lavados a máquina. Este pequeño nido se debe colocar en un área de la casa alejada de los pasajes frecuentes. También nos aseguramos de que la temperatura ambiente sea agradable, lo que significa evitar corrientes de aire. Eso sí, el cachorro debe tener un cuenco estable y un cuenco de agua siempre fresca.
3 – Instalar a tu cachorro en un lugar no seguro
Curioso, el cachorro es extremadamente expuesto al riesgo de accidentes De todo tipo. No conoce límites, y no duda en aventurarse a descubrir el mundo que le rodea. Por lo tanto, el amo es responsable de su animal y debe asegurarse de que protege tu entorno. Se trata, por ejemplo, de instalar una barandilla alrededor de la terraza situada arriba (o del balcón), protegiendo los cables eléctricos en lugar de dejarlos colgando porque el cachorro se divertirá mordiéndolos. También es necesario asegurar la piscina (que ya debería estar hecho porque es obligatorio) y cercar el terreno. Proteger a tu cachorro implica también hacer inaccesibles todos los productos de limpieza, fitosanitarios utilizados en el jardín, así como muchos alimentos que provocanenvenenamiento severo en cachorros como uvas, chocolate y muchos más. También tenga cuidado con las plantas, ya sean plantas de interior o las cultivadas en el jardín de recreo o en la huerta, porque muchas de ellas son la causa de reacciones en la piel o inclusoenvenenamiento en cachorros y perros adultos.
4 – No le des juguetes a tu cachorro
El cachorro es un animal al que le gusta jugar. Por eso es importante tener algunos juguetes en su cesta. El juego evita el aburrimiento, participa plenamente en su desarrollo muscular y aumenta sus habilidades sociales, especialmente si su amo comparte momentos de juego con su pequeño compañero. También es una forma extraordinaria para que el perro joven aprenda los límites a nivel de comportamiento y almacene una gran cantidad de información. Por lo tanto, el juego es una parte integral de la educación del cachorro. Hoy en día existe una increíble oferta de juegos y juguetes para caninos, y es recomendable elegirlos según la edad del animal.
5 – Cambia tu dieta de la noche a la mañana
A cambiar la dieta demasiado rápido es la fuente de muchos trastornos de salud en cachorros porque su sistema digestivo es muy sensible. Por el contrario, es necesario asegurar que la transición alimentaria sea gradual. Lo ideal es seguir dándole los mismos alimentos que recibía de su antiguo criador. Con el paso de los días se pueden ir integrando nuevos alimentos a su ración diaria, pero ante todo en pequeñas cantidades. Después de unos diez días, el animal debería poder tolerar su nueva dieta sin ningún problema. Si el amo no toma esta precaución, el cachorro está seriamente expuesto al riesgo de diarrea porque su tránsito intestinal se altera fácilmente, pero esto también puede conducir a una negativa a comer.
6 – Ser demasiado laxo con tu cachorro
Es lo antes posible que debemos entrenar a tu cachorro para que se convierta en la edad adulta en un perro sociable que podrás llevar contigo a todas partes sin miedo a ningún peligro. Para obtener buenos resultados, el maestro tiene todo el interés en estar cerrado. ¡No debe ser demasiado genial porque es el fiasco asegurado! Tenga cuidado también de mostrar siempre consistencia durante la educación de un cachorro porque es absolutamente esencial que el animal comprenda las expectativas de su educador. La educación de un cachorro obviamente implica el entrenamiento para ir al baño, lo que requiere salidas frecuentes en horarios regulares. También incluye algunas reglas de buena conducta como volver tan pronto como el amo llama a su perro joven, caminar al lado sin correa, aceptar estar atado y no tirar de la correa o incluso no tirarse en el suelo. el gato de los vecinos o ladrar indiscriminadamente… Hay mil cosas que enseñar a tu cachorro, siempre con tacto, paciencia y respeto. Para no te dejes dominar, un amo nunca debe ser flojo con su cachorro. Bien educado, el animal adulto será apreciado en todas partes. ¡Pero no confundamos educación con brutalidad!
7 – Olvidar que el cachorro crecerá
Muchas personas se dejan conmover por una bolita de pelo sin interesarse por lo que será su compañero cuando crezcan. Sin embargo, se arrepienten de su decisión después de solo unos meses. Así que cuidado si te fijas en un gran danés de pocas semanas y ocupas un alojamiento muy pequeño con tu familia sin jardín privado o simplemente te gustan los perros de raza pequeña… Olvidar o ignorar que el cachorro adoptado crecerá… quizás aún muy grande, a veces empuja a un amo a abandonar a su animal al cabo de unos meses, lo que es absolutamente inconcebible y, concretamente, penado por la ley. Finalmente, adoptar un cachorro es una intervención y un compromiso a largo plazo. Cada adoptante debe ser consciente de la responsabilidades que le incumben para hacer feliz a su animal. Es igualmente crucial saber dónde colocar al animal en caso de que sea imposible mantenerlo.